El mercado cada vez, demanda un producto que cumpla más requisitos de calidad. Para el sector frutícola comporta el seguimiento de unos procesos desde campo a central y su propia trazabilidad. Que si bien ya se venían realizando comportando un mejor potencial de valor añadido, actualmente las exigencias se centran, además de parámetros físicos como calibres y penetromía, en aspectos más estéticos como el color.
Conseguir este cometido entraña la consecución de una gran serie de medidas para un producto que se pide uniforme y que es afectado por una gran diversidad de condicionantes especialmente en campo como pueden ser la climatología, altura de la finca, fechas de recolección… A todo esto, en postcosecha cabe seguir una gran uniformidad en los procesos de atmósfera controlada.
Todo esto implica un gran trabajo de control de calidad desde el inicio, seguido de un riguroso tratamiento en central promoviendo la diversificación en cámara según calidades. Es en estos momentos cuando se puede plantear una mejor estrategia de venta.
Los pasos a seguir en central persiguen la homogeneidad del producto y sus procesos mediante el correcto almacenamiento en cámara. Cada cámara seguirá una metodología de enfriamiento, conservación y maduración según su lote acorde a su previsión de venta.
ISOFRED diseña, instala y mantiene de forma completa y a medida los equipos necesarios para tal cometido.
Para el caso concreto de cámaras de maduración es necesario controlar parámetros tales como concentraciones de gases, renovaciones de aire, caudales de aire, presión diferencial del aire, y por supuesto temperaturas y humedades.
Es crucial conseguir que el flujo de aire sea equivalente para cada pallet. Esta es la manera de garantizar la homogeneidad del tratamiento.
El proceso de maduración interviene en el metabolismo del fruto por lo que debe poder garantizar un buen control de este especialmente en lo que respecta a la capacidad de enfriamiento y a las concentraciones de gases.
La lógica de control debe ser especialmente precisa para poder dominar cada uno de los parámetros con una mínima dispersión en sus valores.
La evolución madurativa se consigue mediante ciclos controlados de calentamiento con control de los procesos metabólicos del fruto gracias a las analíticas de gases e insiriendo en ellos ciclos de renovación de aire. El flujo del aire también se invierte de forma cíclica para conseguir el equilibrado del proceso para cada fruto.
Es importante diseñar y ejecutar la cámara en función del tipo de envase a trabajar en central y planificar el llenado de la misma. Esto permite optimizar los ciclos de maduración. El uso de colchones inflables tipo “airbag” permite la adaptación a las diversas alturas de paletizado e incluso llenado.
Evidentemente, el diseño de la instalación debe permitir la carga y descarga del total de la cámara para cada ciclo, .de forma que la distribución de la estiba queda condicionada.